Esta foto describe el espíritu que vivimos en el Templo... les paso algunos datos: Era miércoles, 1:30 a.m., terminábamos de hacer cerveza y comer una bondiolita a la parrilla. Impecable.
La cara de fascineroso de Alejandro se explica por el consumo alcohólico de la noche, no se crean otra cosa!
El fotógrafo que captó la instantánea no es otro que Omar, que no se le animó al agua. Al alcohol sí, al agua no. Casi una declaración de principios. Ese día tomamos casi 20 litros de una Porter del Cocinero de campeonato. 8 horas de felicidad...
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